Si me preguntasen cual es uno de los elementos diferenciadores en un proceso de Coaching, sin duda diría la acción. Es deseable y necesario parar un instante, observar dónde nos encontramos y saber con certeza cual es el lugar a dónde nos dirigimos.
Especificar objetivos y ser conscientes de cual es nuestra responsabilidad en cada uno de ellos. Esto nos coloca en una posición de poder personal que permite que demos con firmeza nuestros primeros pasos.
Y es aquí dónde radica la magia de ésta disciplina en comparación con otras. Esa sensación de saber que vas hacer lo necesario para conseguir aquello que te propones.
En ocasiones me he encontrado con clientes que necesitan más tiempo para tomar consciencia y contemplar todo con cierta perspectiva. Sin embargo, se han dado casos en dónde las excusas y la queja iban acompañados de una gran habilidad para lanzar los balones fuera, y esto impedía iniciar el rumbo.
¿Y adivinad qué pasó?
Seguramente muchos pensaréis; “No debió pasar nada”. Realmente ocurrió algo más importante, porque lo que pasó fue la vida. Y así, oportunidades en nuestro día a día que nos permitirían mejorar personal y profesionalmente, se desvanecen ante nuestros ojos.
Si se quieren crear situaciones diferentes, realizar cambios y empezar a movilizar todo lo que ocurre dentro y fuera de cada uno de nosotros, es necesario ponernos manos a la obra y enfrentarnos a lo desconocido, a nuestras limitaciones y a encarar nuestros miedos.
Como Coach, mi obligación es poner las cartas sobre la mesa e invitar a que el cliente se aventure a dar un paso de gigante. Y en poco tiempo, cambios satisfactorios irán acompañados de la mano.
Nunca subestimes el poder de la acción,
y pregúntate…
¿Qué haría si supiese que no voy a fallar?
Photo credit: The World According To Marty
5 respuestas a "Sin acción no hay Coaching"
¡Muy bueno!
Muchas gracias Fernando, te animo a que sigas visitando nuestro blog 🙂
Hola Alberto. Está claro. Se pueden tomar dos opciones: o enfrentarse a la realidad y tener alguna posibilidad de triunfar, o adoptar la postura del avestruz y a ver si no me ven.… La elección es obvia, pero hay que entender que dependerá de cada persona en particular. Ahí entra el #coach
Tienes mucha razón Miguel Ángel, no todo el mundo avanza igual. Un saludo!
Empezar del inicio… vamos por el siguiente
Martin